De muy pocas máquinas puede decirse que siguen funcionando al cabo de cuarenta años, sin mantenimiento ni cambio de piezas. Y más aún, cuando se encuentran a más de 17.000 millones de kilómetros de distancia, tanto que sus debilísimas señales tardan casi un día entero en llegar a nosotros. Son las dos sondas Voyager, que cumplen ahora las cuatro décadas de edad, los exploradores robóticos que más lejos se han aventurado.
‘Johnny B Goode’ en los confines del Universo
17ago
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Publicado el 17 de agosto del 2017